Tabla de contenido:
- ¿Por qué los humanos sudan?
- El tamaño del cuerpo tiene un papel más importante en la determinación de la cantidad de sudor, no de la cantidad de grasa.
- El exceso de sudoración puede ser un signo de problemas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas hacen ejercicio y sudan una gota, cuando solo 10 minutos de trote en la cinta de correr te hacen ver como si te hubieran chapoteado en la piscina?
Hasta ahora, la respuesta a la sudoración excesiva solo se ha centrado en ciertos factores, como el porcentaje de grasa corporal (cuanta más grasa en tu cuerpo te hace calentar más rápido) y tu nivel de condición física (cuanto más en forma estás, menos sudas). De hecho, no es tan sencillo.
Para entender por qué algunas personas sudan más que otras, primero debemos entender por qué los humanos sudan.
¿Por qué los humanos sudan?
El cuerpo humano está equipado con alrededor de dos a cinco millones de glándulas sudoríparas que están incrustadas en la piel y se extienden por todo el cuerpo. Las glándulas sudoríparas secretan diferentes cantidades de sudor dependiendo de sus características fisiológicas.
Por ejemplo, las mujeres tienen más glándulas sudoríparas que los hombres, pero las glándulas sudoríparas masculinas tienden a ser más activas. Esto significa que con la misma cantidad de glándulas sudoríparas activadas y la misma intensidad de temperatura y actividad física, los hombres naturalmente sudan más rápido y producen más volumen de sudor que las mujeres.
Pero aparte de eso, cuánto sudas depende de algunas otras cosas fuera de tu cuerpo. Por ejemplo, si bebe café, la cafeína puede aumentar la sudoración. El consumo de alcohol y el tabaquismo también facilitan la sudoración. El uso de telas sintéticas atrapará el calor en su cuerpo, lo que hará que se caliente y sude más rápidamente.
El aumento de la temperatura ambiental y el movimiento físico también pueden hacer que las glándulas produzcan sudor. Las personas más en forma, por ejemplo, producen sudor de manera más eficiente al sudar más rápido durante el ejercicio, cuando su temperatura corporal es más baja, mientras que las personas sedentarias (menos activas) calientan más rápido y pueden sudar más cuando hacen ejercicio con la misma intensidad. Además, las personas con sobrepeso producirán más sudor que las personas de peso normal porque la grasa actúa como un conductor de calor (aislante) que eleva la temperatura central del cuerpo.
El tamaño del cuerpo tiene un papel más importante en la determinación de la cantidad de sudor, no de la cantidad de grasa.
Un estudio de la Universidad de Sydney, publicado en Men's Health, encontró que el tamaño del cuerpo marca la diferencia en quién tiende a sudar en exceso, no en la forma física. El equipo de investigación estudió a 28 voluntarios con diferentes rangos de condición física y tamaño corporal, y los sometió a una serie de pruebas de ciclismo de 60 minutos a diferentes intensidades para medir sus niveles de producción de sudor y cambios en la temperatura corporal.
Como resultado, dos personas que tienen el mismo peso y pedalean a la misma velocidad, sus cuerpos pueden calentarse al mismo ritmo, incluso si una de ellas es baja y gorda mientras que la otra es alta y delgada.
Es importante señalar que estos resultados no refutan rotundamente la suposición popular de que las personas con más grasa corporal tienden a sudar en exceso. Por ejemplo, las personas con diabetes que tienen un mayor porcentaje de grasa corporal tienden a sudar más (pero más lentamente) que las personas que están en forma. Sus cuerpos tardan más en enfriarse, pero no solo por las propiedades térmicas de la grasa en sí, sino por la fuerza con la que trabaja el cuerpo para transportar una mayor masa corporal.
El exceso de sudoración puede ser un signo de problemas.
Hay dos condiciones de "sudoración excesiva": una que es natural debido a variaciones en la fisiología humana y el medio ambiente (como se describió anteriormente) y la otra es una condición médica, conocida como hiperhidrosis. La hiperhidrosis es una afección en la que una persona comienza a sudar profusamente en situaciones y entornos normales y no estresantes, y no se asocia con cambios de temperatura o movimiento. El tres por ciento de la población humana en todo el mundo tiene hiperhidrosis. La hiperhidrosis afecta a tres partes principales: las manos, los pies y las axilas, que en ocasiones afectan a otras zonas del cuerpo.
Las causas de la hiperhidrosis aún se desconocen, pero muchos expertos sospechan que la estimulación de la sudoración excesiva se debe a la actividad del sistema de respuesta. lucha de vuelo en un cerebro hiperactivo, enviando señales distorsionadas a las principales glándulas sudoríparas del cuerpo. Eso significa que la parte del cuerpo que intenta enfriarse trabaja constantemente, como un grifo que gotea. Existen varios tratamientos no quirúrgicos para la hiperhidrosis, que incluyen medicamentos orales como píldoras, cremas tópicas, Botox (inyectado en las manos, la cara o las axilas varias veces) y terapia eléctrica.