Tabla de contenido:
- Cambios fisiológicos en los ancianos.
- Los cambios sensoriales en los ancianos afectan la dieta
- ¿Cuáles son las necesidades nutricionales de las personas mayores?
- Pautas para mantener una nutrición equilibrada para los ancianos
- 1. Acostúmbrese a consumir fuentes de calcio
- 2. Acostúmbrese a comer alimentos fibrosos
- 3. Beba agua según sea necesario
- 4. Siga haciendo actividad física
- 5. Limite el consumo de azúcar, sal y grasas
Nuestros cuerpos cambian según los tiempos. Cuanto más envejecemos, menos funciona nuestro cuerpo. En los ancianos o ancianos, hay varios cambios tanto físicos como de percepción que luego afectan las necesidades nutricionales de los ancianos.
Cambios fisiológicos en los ancianos.
Una de las cosas que provoca cambios en las necesidades nutricionales de una persona es su condición física. En los ancianos, sus necesidades nutricionales a veces son difíciles de generalizar. Aunque en general los ancianos experimentarán una disminución en las necesidades nutricionales, pero debido a que la disminución de la masa corporal y la tasa metabólica basal son diferentes, sus necesidades nutricionales también son diferentes. Además de la disminución de la masa corporal y la tasa metabólica basal, la disminución de la capacidad de los órganos para funcionar de manera óptima también afecta las necesidades nutricionales de los ancianos.
Por ejemplo, el trabajo del sistema digestivo en la digestión de las grasas no es tan óptimo como cuando era joven, por lo que también se debe reducir el consumo de grasas. Los problemas digestivos como el estreñimiento y la gastritis también ocurren a menudo en los ancianos, por lo que el cumplimiento de la nutrición de los ancianos es a veces un desafío.
Los cambios sensoriales en los ancianos afectan la dieta
No solo los cambios físicos, los cambios en los sentidos y las percepciones como la sensibilidad al gusto, el aroma, incluso el oído y la vista son también factores que inciden en la satisfacción nutricional de los ancianos. Uno de los problemas relacionados con la percepción que se presenta comúnmente en los ancianos es la capacidad reducida del sentido del gusto. Cuando la capacidad de una persona para saborear el sabor disminuye, la comida puede tener un sabor insípido o amargo, por lo que tienden a agregar condimentos como sal o saborizantes a la comida, aunque el consumo de sal y saborizantes es uno que debe limitarse a los ancianos. La disminución de la función del olfato también afecta la forma en que una persona elige el tipo de alimento.
¿Cuáles son las necesidades nutricionales de las personas mayores?
Por ejemplo, en mujeres de 50 a 64 años, el requerimiento energético diario es de 1900 kcal, aproximadamente 300 calorías menos que las necesidades energéticas de los adultos de 19 a 29 años. Otro cambio que parece significativo es la necesidad de grasas y carbohidratos. En los adultos, la necesidad de grasa es de 60 a 75 gramos por día, mientras que en los ancianos la necesidad de grasa es de solo 43 a 53 gramos.
La mayor parte de la necesidad de macronutrientes (como carbohidratos, grasas y proteínas) en los ancianos disminuye con la edad. Pero los micronutrientes (como las vitaminas y los minerales) tienden a no cambiar, solo el sodio, cuya cantidad debe reducirse con la edad.
Pautas para mantener una nutrición equilibrada para los ancianos
1. Acostúmbrese a consumir fuentes de calcio
El calcio juega un papel importante en el mantenimiento de la salud y la fuerza de los huesos. En los ancianos, la densidad ósea comienza a disminuir, por lo que se corre el riesgo de causar pérdida ósea y dental. Se anima a los ancianos a comer alimentos ricos en calcio y vitamina D, como pescado y leche. La exposición frecuente a la luz solar por la mañana también puede ayudar a la formación de vitamina D en el cuerpo.
2. Acostúmbrese a comer alimentos fibrosos
El estreñimiento es un problema digestivo que suelen experimentar los ancianos. El consumo reducido de frutas y hortalizas en la vejez es uno de los factores que contribuyen. A veces, las frutas o verduras duras que son demasiado fibrosas dificultan que las personas mayores coman frutas y verduras, lo que les impide consumir suficientes frutas y verduras. Además de las frutas y hortalizas, las personas mayores pueden consumir productos. cereales integrales que también es rica en fibra. La fibra es importante para la salud de los ancianos porque además de mejorar la digestión, la fibra también funciona para controlar los niveles de grasa y azúcar en la sangre.
3. Beba agua según sea necesario
A medida que disminuye la edad, el sistema de hidratación en los ancianos también disminuye de modo que los ancianos son menos sensibles a la deficiencia o al exceso de líquidos. La deshidratación en los ancianos puede provocar demencia y olvido. Además, cuando faltan líquidos, los niveles de sodio en sangre aumentarán, aumentando así el riesgo de desarrollar hipertensión. Por el contrario, el exceso de líquido puede hacer que el corazón y los riñones trabajen más. Es recomendable que las personas mayores consuman agua hasta 1500-1600 ml o alrededor de 6 vasos por día. Esto es menos que el consumo de agua recomendado para adultos de 8 vasos por día.
4. Siga haciendo actividad física
La flexibilidad muscular disminuye con la edad. La rigidez muscular a menudo ocurre en los ancianos porque también se reduce la capacidad de los músculos para contraerse y relajarse. Se anima a las personas mayores a realizar una actividad física ligera, como caminar tranquilamente, montar en bicicleta, hacer jardinería, hacer yoga o hacer gimnasia para las personas mayores. Además de mantener la flexibilidad muscular, esta actividad física puede ayudar a mantener un corazón y una forma física saludables.
5. Limite el consumo de azúcar, sal y grasas
Debido a que el trabajo del sistema digestivo de las personas mayores no es tan óptimo como lo era cuando eran jóvenes, limitar el consumo de azúcar, sal y grasas es muy importante para mantener la salud de las personas mayores. El consumo excesivo de azúcar, sal y grasas aumentará las posibilidades de que los ancianos experimenten hipertensión, hipercolesterolemia, hiperglucemia, derrames cerebrales, enfermedades cardíacas y diabetes. Los ancianos son más susceptibles a las enfermedades degenerativas porque el sistema que funciona para ayudar a metabolizar el azúcar, la sal y la grasa no puede funcionar tan bien como solía hacerlo.