Tabla de contenido:
- Reconociendo la hemorragia subaracnoidea
- Signos y síntomas de hemorragia subaracnoidea
- ¿Qué causa la hemorragia subaracnoidea?
- Posibles complicaciones de la hemorragia aracnoidea
- ¿Cómo prevenir la hemorragia subaracnoidea?
El traumatismo craneoencefálico severo que se produce por accidentes motorizados o lesiones deportivas en la cabeza puede provocar un traumatismo cerebral. Uno de los tipos más comunes de traumatismo cerebral es la hemorragia subaracnoidea. Desafortunadamente, esta condición a menudo no se detecta rápidamente porque generalmente no causa síntomas significativos. Sin embargo, en el 50 por ciento de los casos, la hemorragia subaracnoidea puede ser fatal. Una de cada ocho personas que la experimenta puede morir antes de llegar al hospital.
Por lo tanto, es importante saber cuáles son los síntomas para que, si esto le sucede en el futuro, pueda obtener ayuda médica rápidamente. Aquí hay una revisión más completa de la hemorragia subaracnoidea.
Reconociendo la hemorragia subaracnoidea
El cerebro está protegido por la membrana de las meninges, que tiene tres capas que consisten en el piametro (interior), el aracnoideo (medio) y el durametro (exterior).
La hemorragia subaracnoidea es una hemorragia que ocurre dentro del espacio subaracnoideo, que es el espacio entre las dos capas de membranas que encierran el cerebro. Esta cámara está directamente debajo de la membrana aracnoidea y encima del piametro.
Fuente:
El espacio subaracnoideo es un espacio donde se acumula el líquido cerebral, llamado cerebroespinal. Este líquido es responsable de proteger al cerebro de las lesiones.
Cuando se desencadena por una actividad física intensa (a veces incluso puede ocurrir durante las relaciones sexuales), un trauma físico en la cabeza o ciertas afecciones médicas que causan un trauma cerebral, la sangre puede filtrarse al espacio subaracnoideo, lo que hace que el líquido cefalorraquídeo se mezcle con sangre. Esto puede provocar coma, parálisis, discapacidad física e incluso la muerte.
La hemorragia subaracnoidea representa del 5 al 10 por ciento de los accidentes cerebrovasculares y aproximadamente una de cada cuatro muertes relacionadas con el accidente cerebrovascular.
Signos y síntomas de hemorragia subaracnoidea
Por lo general, la hemorragia subaracnoidea se presenta sin síntomas. Sin embargo, el síntoma principal y más común de este sangrado es un dolor de cabeza repentino que se siente realmente mal. El dolor puede ser el mismo que recibir un fuerte golpe en la cabeza. Este dolor de cabeza generalmente se propaga a la parte posterior de la cabeza.
Además, hay varios otros síntomas comunes que pueden surgir, que incluyen:
- Dolor de cuello o pierna
- Dolor de hombro
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Visión borrosa o doble
- Síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular (dificultad para hablar y sensación de debilidad en un lado del cuerpo)
- Pérdida del conocimiento o convulsiones
- Entumecimiento en todo el cuerpo
- Confusión o sensación de aturdimiento (delirio)
- Náuseas y vómitos
- Hay sangrado en el globo ocular
- La presión arterial aumenta
Estos síntomas aparecen repentinamente y puede perder el conocimiento rápidamente. Busque ayuda médica de inmediato si ha sufrido recientemente un traumatismo craneoencefálico y está experimentando los síntomas anteriores junto con un fuerte dolor de cabeza.
¿Qué causa la hemorragia subaracnoidea?
Aparte del traumatismo físico severo en la cabeza, la causa más común de hemorragia subaracnoidea es la rotura de un aneurisma. Los aneurismas son la inflamación de los vasos sanguíneos causada por el debilitamiento de las paredes de los vasos. Cuanto mayor sea la hinchazón, mayor será el riesgo de ruptura del aneurisma.
La causa exacta de un aneurisma no está clara. Sin embargo, el sexo (mujer), la edad (40-65 años), las personas que fuman, consumen alcohol en exceso o tienen presión arterial alta (hipertensión) tienen un mayor riesgo de desarrollar un aneurisma con riesgo de ruptura. Además, los defectos congénitos en algunas personas pueden hacer que los vasos sanguíneos se debiliten y adelgacen, aumentando el riesgo de aneurismas.
Otra condición que puede causar hemorragia subaracnoidea es la malformación arterial o MAV para abreviar. La MAV es un grupo de vasos sanguíneos (arterias y venas) que se desarrollan de manera anormal y se conectan entre sí. Estos dos vasos sanguíneos están conectados por una fístula, por lo que a veces también se llama fístula arteriovenosa.
La MAV es una causa común de hemorragia subaracnoidea. Las MAV pueden ocurrir en los vasos sanguíneos de la médula espinal, el tronco encefálico o el cerebro. Los vasos sanguíneos malformados pueden formar un aneurisma. Esta condición puede surgir debido a una alteración cuando el feto se desarrolla en el útero. Los síntomas no suelen aparecer hasta que se produce una hemorragia.
Posibles complicaciones de la hemorragia aracnoidea
La complicación más común es el sangrado repetido. Un aneurisma que se ha roto y se está curando por sí solo puede volver a estallar. El sangrado repetido puede aumentar el riesgo de muerte. El coma debido a una hemorragia subaracnoidea también puede provocar la muerte.
Además, otras complicaciones que pueden ocurrir incluyen:
- Daño cerebral causado por la reducción del suministro de sangre al cerebro.
- Epilepsia, en la que una persona experimenta convulsiones recurrentes (después del tratamiento).
- Problemas con ciertas funciones mentales; como la memoria, la planificación y la concentración.
- Cambios de humor, como depresión.
- En algunos casos, puede tener una convulsión o un derrame cerebral después del tratamiento.
¿Cómo prevenir la hemorragia subaracnoidea?
Hay varias cosas que puede hacer para reducir el riesgo de hemorragia aracnoidea, a saber:
- Deje de fumar y reduzca el consumo de alcohol.
- Prevenga la presión arterial alta haciendo ejercicio con regularidad, llevando una dieta saludable y bajando de peso si tiene sobrepeso.
- Identifique problemas potenciales en el cerebro mediante una detección temprana.
- Utilice equipo de protección personal durante la actividad física peligrosa, por ejemplo, en el trabajo o mientras practica deportes. Utilice un casco y una mascarilla.