Tabla de contenido:
- 1. Prepare su propia comida
- 2. Ordene su propio equipaje
- 3. Tratamiento de heridas leves
- 4. Compre y administre su propio dinero
- 5. Usar su propio transporte público
- 6. Limpieza de la casa
- 7. Levántese temprano a tiempo
- 8. Atrévete a hablar con extraños
La adolescencia es una época en la que buscan identidad y quieren libertad. Por eso, necesitamos la manera correcta de manejar a los niños. Incluyendo, dotarse de las habilidades básicas que son necesarias para su vida futura. ¿Cuáles son las habilidades básicas que necesitan los niños para ingresar a la adolescencia?
1. Prepare su propia comida
Al entrar en la adolescencia, los niños deben comenzar a ser independientes y hacer cosas simples para sus propias necesidades.
Por ejemplo, prepararse el desayuno o preparar el almuerzo. Es importante enseñarle y acostumbrarse para que pueda satisfacer sus propias necesidades alimentarias.
Sin embargo, esto no significa que los padres deban dejar de ayudar a sus hijos a preparar las comidas. Lo importante es darles a los niños la oportunidad de empezar a aprender a cocinar lo básico.
Cuando los padres están ausentes, ya sea por enfermedad o por trabajo, los padres estarán más tranquilos al dejar ir a sus hijos para que preparen sus propias comidas. El niño tampoco entra en pánico y se confunde, porque ya tiene esta habilidad básica.
2. Ordene su propio equipaje
Quizás cuando eras niño solías preparar el equipaje de los niños, cuando ibas a la escuela o cuando viajabas. Sin embargo, no dejes que esto cruce la línea.
Dele a los niños la responsabilidad de su equipaje. Empezando por preparar el contenido de la bolsa, llevar la bolsa a donde quiera que vayan, guardar la bolsa, hasta devolver todas sus pertenencias cuando llegan a casa.
No permitas que la costumbre de que los niños lo dejen todo con sus padres siga sucediendo en una edad cada vez más madura. Esto puede convertirse en un mal hábito hasta que el niño entra en edad laboral.
Entrene a los niños para que siempre estén preparados para sus necesidades, como por ejemplo, tomar notas sobre los elementos que necesitan antes de irse. Luego, déle toda la responsabilidad con estos artículos hasta que se guarden en casa.
3. Tratamiento de heridas leves
Enséñele a su hijo a no entrar en pánico fácilmente cuando se lesiona. Dígales qué hacer después de caerse de una bicicleta, rascarse un cuchillo, etc. Enseñar estas habilidades básicas aún más joven es mejor, incluso antes de entrar en la adolescencia.
Es natural que los niños lloren y se quejen cuando se caen. Sin embargo, enséñele a los niños a poder controlar el dolor. Duele cuando te duele, pero enfatiza a tu hijo que cuando duele hay más que solo lloriquear o llorar.
Dígale que el sangrado no debe ser demasiado prolongado, cómo evitar que la sangre salga, cómo lavar la herida, cómo usar la medicina roja o un ungüento antibiótico usted mismo, cómo ponerse un vendaje, etc.
4. Compre y administre su propio dinero
La adolescencia a menudo se asocia con inestabilidad emocional y no puede determinar prioridades, incluso cuando se administra el dinero. Hay que empezar a entrenar al bebé desde pequeño en el manejo del dinero que tiene.
Puede entrenarlo invitando a los niños a comprar. Explique cuándo compra, con respecto al presupuesto y lo que debe comprar. Dele a su hijo la tarea de comprar algunos artículos para el hogar.
Por ejemplo, compra con su hijo pero le da una nota, le da la responsabilidad de pagarla en la caja.
5. Usar su propio transporte público
¿Está dispuesto a permitir que sus hijos e hijas de hasta 20 años o más no puedan vivir de forma independiente al aire libre? Nadie sabrá nunca cuánto tiempo podrás acompañarlos o facilitarles.
Antes de que esto se convierta en un hábito difícil de romper, conviértalo en un hábito para que los niños se atrevan a tomar el transporte público y comprendan el transporte público que lo rodea.
Puede acompañarlo a experimentar el transporte público, darle una comprensión de cómo cuidarse en el transporte público, qué hacer si se pierde en la carretera, qué vehículo elegir.
Regala estas experiencias desde temprana edad, para que cuando entren en la adolescencia tengan el coraje.
6. Limpieza de la casa
Las habilidades básicas como lavar los platos, barrer, quitar el polvo, ordenar la propia habitación o al menos mantener la casa ordenada y limpia son también habilidades obligatorias con las que los niños entran en la adolescencia.
Se debe eliminar el hábito de que los niños no vuelvan a ordenar sus juguetes, no tiren basura en su lugar, derramen alimentos o bebidas. Inculque al niño que este es su lugar de residencia, el que debe ser cuidado.
Si desde que es un adolescente y sigue siendo brutal con su costumbre de siempre hacer un lío, o no querer limpiar, claro que hasta ahora se convertirá en un hábito incluso cuando tenga su propia casa.
7. Levántese temprano a tiempo
Levantarse temprano también debe estar entrenado y acostumbrado desde la niñez, ya sabes. Dele al niño la responsabilidad de regular la hora de acostarse y despertarse. Es mejor no despertar siempre al niño. Porque, más adelante, los niños siempre dependerán de otras personas.
Pon una alarma y vete a la cama relativamente a la misma hora para que puedas levantarte temprano para ir a la escuela. Si es demasiado tarde, se convierte en una lección importante para el niño. De esa forma, los niños intentarán administrar su propio tiempo para no llegar demasiado tarde.
8. Atrévete a hablar con extraños
Cuando un niño es un niño, tal vez le haya dado un consejo para no charlar con extraños descuidadamente. Bueno, eso es cierto para la seguridad del niño, pero a medida que un niño crece, debe tener el coraje de hablar con extraños para ciertos propósitos..
La verdad no es prohibir a los niños que no hablen con extraños, sino enseñarles a distinguir qué extraños son sospechosos o peligrosos y cuáles son extraños normales.
Esta capacidad de distinguir a las personas es una habilidad. No es una habilidad que los niños tengan de repente cuando crecen. Esto debe perfeccionarse y enseñarse.
Déle al niño la oportunidad de pedir direcciones en la calle, preguntarle al camarero en la tienda, pedir ayuda con el empleado, etc.
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