Tabla de contenido:
- Definición
- ¿Qué es un absceso hepático?
- ¿Qué tan común es esta condición?
- Signos y síntomas
- ¿Cuáles son los signos y síntomas de un absceso hepático?
- ¿Cuándo consultar a un médico por esta afección?
- Causas y factores de riesgo
- ¿Qué causa el absceso hepático?
- ¿Qué aumenta el riesgo de desarrollar esta afección?
- Complicaciones
- Diagnostico y tratamiento
- ¿Cómo diagnosticar esta condición?
- ¿Cuáles son las formas de tratar un absceso hepático?
- Remedios caseros
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Definición
¿Qué es un absceso hepático?
Un absceso en el hígado (hígado / hígado) es una bolsa de pus que se produce en el hígado como resultado de una lesión que puede convertirse en una infección. El pus es un líquido compuesto de glóbulos blancos y células muertas que se forman cuando el cuerpo combate las infecciones.
En lugar de drenar del sitio de la infección, el pus que aparece se acumula en un bolsillo en el hígado. Esta condición suele ir acompañada de hinchazón e inflamación del área circundante y causa dolor e hinchazón en el abdomen.
El absceso de pus generalmente se clasifica en dos, a saber, piógeno o amebiano. Sin embargo, una pequeña proporción de las enfermedades hepáticas es causada por parásitos y hongos. Si no se trata de inmediato, esta afección llamada absceso hepático puede ser fatal.
¿Qué tan común es esta condición?
Cualquier persona puede tener un absceso hepático, independientemente de su edad y sexo. Puede superar esta disfunción hepática reduciendo los factores de riesgo. Consulte a su médico para obtener más información.
Signos y síntomas
¿Cuáles son los signos y síntomas de un absceso hepático?
Los síntomas de un absceso hepático pueden parecer similares a los de otras enfermedades. Sin embargo, existen algunos signos y síntomas que aparecen con mayor frecuencia cuando una persona experimenta esta afección, como:
- fiebre,
- cuerpo temblando y sudando,
- náuseas o vómitos,
- diarrea y
- dolor de estómago superior.
En casos raros, puede sentir opresión en el pecho, disminución del apetito y coloración amarillenta de la piel y los ojos.
Es posible que algunos de los síntomas u otras características no aparezcan en la lista anterior. Si está preocupado, consulte a un médico de inmediato.
¿Cuándo consultar a un médico por esta afección?
Consulte inmediatamente a un médico si experimenta uno o más de los síntomas mencionados anteriormente, especialmente cuando la fiebre alta no desaparece.
Tenga en cuenta que todos tenemos diferentes condiciones. Hable con su médico para obtener un diagnóstico y tratamiento que se adapte a su condición.
Causas y factores de riesgo
¿Qué causa el absceso hepático?
Los abscesos hepáticos generalmente ocurren debido a una infección por gérmenes, como bacterias, parásitos u hongos. El tipo de patógeno que ataca su hígado determinará el tipo de absceso que tenga, como por ejemplo:
- bacterias, eso es Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae (absceso piógeno),
- ameba, eso es Entamoeba histolytica (absceso amebiano), y
- champiñones causas de absceso hepático, es decir Candida sp (absceso hepático por hongos).
Los problemas inflamatorios, como apendicitis, diverticulitis y colecistitis, también suelen causar abscesos amebianos y producir pus. Esta condición también ocurre a menudo en ambientes con malas condiciones sanitarias.
Además, la infección también puede ocurrir cuando:
- propagarse al hígado desde la vesícula biliar, el conducto biliar o el apéndice,
- fluye hacia el torrente sanguíneo hacia el hígado desde otros órganos, y
- postoperatorio o lesión en el hígado.
¿Qué aumenta el riesgo de desarrollar esta afección?
El absceso hepático bacteriano suele ser el tipo de absceso más común. Generalmente, esta condición es más propensa a ocurrir en personas con problemas de salud como:
- trastornos autoinmunes,
- VIH / SIDA,
- diabetes,
- insuficiencia renal,
- anciano,
- pacientes sometidos a quimioterapia,
- infección del hígado o problemas con la función hepática, y
- colitis.
Además, no mantener la limpieza también es más susceptible a estos problemas hepáticos, incluidos los alimentos sucios. De hecho, el consumo de alimentos crudos o poco cocidos también corre el riesgo de desarrollar un absceso hepático.
Complicaciones
La mayoría de los casos muestran que un absceso hepático se puede tratar fácilmente si se trata de inmediato. Si no se trata, un absceso hepático puede causar varias complicaciones, que incluyen:
- ruptura de absceso,
- sepsis, y
- peritonitis.
Diagnostico y tratamiento
¿Cómo diagnosticar esta condición?
Después de un examen físico y un historial médico, su médico puede pedirle que se someta a ciertas pruebas para determinar la causa del absceso hepático, como:
- ultrasonido,
- Tomografía computarizada,
- Resonancia magnética del abdomen,
- análisis de sangre para buscar signos de inflamación y
- biopsia de hígado si el tratamiento con antibióticos es ineficaz.
Generalmente, un absceso hepático puede aparecer como un bulto que contiene gas y líquido cuando se observa en una tomografía computarizada.
¿Cuáles son las formas de tratar un absceso hepático?
El tratamiento de un absceso hepático generalmente dependerá del tipo de absceso que tenga. En la mayoría de los casos, la forma de tratar un absceso hepático comenzará en el hospital y continuará en casa, que incluye:
- tomando antibióticos, ya sea por vía intravenosa (intravenosa) u oral,
- drenar el pus con una aguja o catéter a través de la piel, y
- someterse a una cirugía de absceso cuando es muy grave.
Remedios caseros
Normalmente, la mayoría de las personas que tienen un absceso hepático mejorarán en 2 semanas con antibióticos y drenaje de pus.
Mientras tanto, un paciente con un absceso amebiano puede experimentar fiebre leve durante 4 a 5 días.
Para evitar que las infecciones patógenas empeoren, puede adoptar rutinas saludables, que incluyen:
- tomar antibióticos según las indicaciones,
- ver a un médico de forma rutinaria,
- lavarse las manos antes de comer y
- Llame a su médico si tiene dolor de estómago, fiebre o diarrea.
Si tiene más preguntas, comuníquese con su médico para obtener la solución adecuada.