Tabla de contenido:
- Conexión arterial y venosa normal
- Conexión anormal de arterias y venas
- ¿Cómo se ve una MAV cerebral?
- ¿Quién podría experimentar una MAV cerebral?
- ¿Cuáles son los síntomas de una MAV?
- ¿Cómo diagnostico una MAV?
- ¿Cómo manejo AVM?
- ¿Y el pronóstico?
Una malformación arterial, o MAV para abreviar, es un grupo de vasos sanguíneos anormales que están interconectados entre sí. Las MAV pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo, pero las MAV cerebrales son las más problemáticas. Otro término para MAV es fístula arteriovenosa.
Para comprender las razones por las que las MAV son peligrosas, primero es importante comprender cómo se relacionan entre sí los vasos sanguíneos normales.
Conexión arterial y venosa normal
Hay dos tipos principales de vasos sanguíneos: arterias y venas. Las arterias transportan sangre rica en oxígeno desde el corazón y los pulmones a otras partes, como los músculos, los huesos y el cerebro, mientras que las venas transportan la sangre de regreso al corazón y los pulmones para obtener oxígeno nuevamente. A medida que las arterias se adentran más en los tejidos del cuerpo, se vuelven cada vez más pequeñas, hasta que alcanzan un punto de máximo estrechamiento, lo que se conoce como capilares. El flujo sanguíneo se ralentiza para que pueda transferirse de las arterias a las venas.
Por lo tanto, una de las funciones importantes de los capilares es aliviar parte de la presión que se concentra en la sangre a medida que fluye a través de las arterias más grandes hacia los tejidos.
Las venas salen de los capilares y se agrandan progresivamente a medida que abandonan los órganos en su camino de regreso al corazón y los pulmones para agregar oxígeno.
Conexión anormal de arterias y venas
Las MAV cerebrales se originan a partir de arterias y venas conectadas en ausencia de capilares. Esto provoca presión en las arterias a medida que viaja directamente a las venas al alcance de la MAV. Este flujo sanguíneo raro produce una región que tiene alta presión y turbulencia y hace que la MAV se agrande con el tiempo, lo que afecta la función del tejido cerebral circundante.
¿Cómo se ve una MAV cerebral?
Las MAV cerebrales varían en forma. Algunos suelen ser pequeños y no se pueden ver durante décadas. Otros forman conductos grandes y tortuosos en las arterias, que pulsan con fuerza cuando se conectan directamente a la vena. Las MAV se pueden encontrar en cualquier parte del cerebro, incluida la corteza cerebral, la sustancia blanca y el tronco encefálico.
¿Quién podría experimentar una MAV cerebral?
Las MAV cerebrales afectan aproximadamente al 0,1% de la población, algunas incluso comienzan al nacer, pero rara vez afectan a más de un miembro de la misma familia. Ocurren por igual en hombres y mujeres. Las personas generalmente comienzan a sentir síntomas entre los 10 y los 30 años, pero es poco común en los mayores de 50 años.
¿Cuáles son los síntomas de una MAV?
Aproximadamente la mitad de los pacientes reconocen las MAV después de experimentar una hemorragia subaracnoidea. La otra mitad se ve afectada por convulsiones, dolores de cabeza y síntomas de accidente cerebrovascular como hemiplejía o hemiparesia.
¿Cómo diagnostico una MAV?
El diagnóstico de MAV a menudo lo hacen los radiólogos con solo una tomografía computarizada del cerebro. Sin embargo, la mayoría de los médicos se sienten más cómodos haciendo un diagnóstico de MAV después de realizar un examen de resonancia magnética. En los casos en que se produce una hemorragia, la MAV puede quedar completamente oscurecida por una hemorragia intracerebral, requiriendo una angiografía cerebral para determinar el diagnóstico final.
¿Cómo manejo AVM?
Los tipos más comunes de tratamiento disponibles incluyen resección quirúrgica, embolización endovascular y radiocirugía estereotáctica, todos los cuales pueden usarse solos o en combinación. En general, este tratamiento tiene como objetivo reducir el riesgo de sangrado y prevenir el resangrado.
Un tema que se encuentra actualmente en investigación intensiva es si los médicos deben tratar las MAV antes de que causen sangrado. Resulta que ningún estudio ha evaluado el riesgo de hemorragia cuando la MAV se rompe y, a veces, los síntomas de la MAV no se tratan. Algunas personas incluso creen que las MAV que se encuentran antes de la hemorragia tienen un riesgo menor que las que se encuentran después de una hemorragia. No obstante, la incertidumbre hace que muchos cirujanos y pacientes se decidan por la cirugía, a pesar del riesgo de que el procedimiento en sí pueda provocar una lesión cerebral permanente.
¿Y el pronóstico?
El pronóstico de una MAV depende de varios factores, comenzando por si la MAV se encontró antes o después de la hemorragia. Más del 90% de los que experimentan sangrado se pueden salvar después del incidente. En aquellos cuya AVM se encuentra antes de sangrar, el pronóstico está directamente relacionado con el tamaño de la AVM, los síntomas, la proximidad a áreas vitales del cerebro y, como se señaló anteriormente, si la AVM está siendo tratada o no.