Tabla de contenido:
- Causas de la presión arterial baja durante el embarazo.
- Síntomas de presión arterial baja durante el embarazo.
- ¿Cómo lidiar con la presión arterial baja durante el embarazo?
- Cuando llamar al doctor
La hipotensión, también conocida como presión arterial baja durante el embarazo, es común. En la mayoría de los casos, esta condición no causa problemas graves y la presión arterial de la mujer volverá a la normalidad después de dar a luz.
Aun así, la presión arterial durante el embarazo no debe tomarse a la ligera. Si no se controla adecuadamente, la presión arterial baja durante el embarazo puede ser peligrosa porque puede hacer que las mujeres embarazadas se caigan, se desmayen e incluso entren en estado de shock. No solo eso, la presión arterial demasiado baja durante el embarazo puede ser una afección médica más grave.
Causas de la presión arterial baja durante el embarazo.
Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo pueden afectar la presión arterial de una mujer. Si está embarazada, aumenta la necesidad de suministro de sangre, porque el feto también tiene que fluir sangre. Bueno, esto es lo que causa la presión arterial baja durante el embarazo.
Ésta es la principal causa de presión arterial baja o hipotensión en la mayoría de las mujeres embarazadas. Sin embargo, también puede haber otras causas, como tener gemelos, un historial médico de hipotensión o una enfermedad médica subyacente como deshidratación, ciertas enfermedades cardíacas y anemia.
Además, factores como una deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico, así como estar acostado en la cama durante largos periodos de tiempo también pueden provocar hipotensión, como si. Incluso el uso de epidurales también suele provocar una caída de la presión arterial durante el embarazo.
Síntomas de presión arterial baja durante el embarazo.
Las cifras de presión arterial normal oscilan entre 90-120 para la presión diastólica (número superior / primer) y 60-90 para la presión sistólica (número inferior / segundo). Mientras tanto, se dice que alguien tiene presión arterial si los números sistólico y diastólico están por debajo de 90/60 mmHg.
La caída de las presiones sistólica y diastólica puede durar durante el período de embarazo y todo vuelve a la normalidad después de eso. Los síntomas de la presión arterial baja no son diferentes de la presión arterial baja que se produce durante el embarazo o en condiciones normales. Algunos de los signos y síntomas de la presión arterial baja durante el embarazo incluyen:
- Mareos y aturdimiento, especialmente si se pone de pie repentinamente después de estar sentado.
- Visión borrosa
- Náusea
- Dificultad para concentrarse
- Sed excesiva
- La cara se ve pálida, sudorosa y la piel está fría.
- Sentirse débil, letárgico y sin brillo.
- Palpitaciones del corazón
¿Cómo lidiar con la presión arterial baja durante el embarazo?
Las mujeres embarazadas experimentarán mareos debido a la presión arterial baja. Sin embargo, puede probar pasos sencillos para minimizar los síntomas y crear seguridad.
- Intente acostarse sobre su lado izquierdo ya que esto aumentará el flujo sanguíneo al corazón.
- Evite algunos movimientos bruscos, especialmente al levantarse de una posición sentada.
- Evite estar de pie durante largos períodos de tiempo.
- Usar medias de apoyo, o medias de compresión.
- Evite las bebidas alcohólicas o con cafeína.
- Consuma varias comidas pequeñas al día en lugar de tres comidas abundantes.
- Haga ejercicio con regularidad, ya que agudiza los reflejos y ayuda a mantener la presión arterial dentro de un rango normal. Hable con su médico sobre los ejercicios que puede hacer durante el embarazo.
- Beba muchos líquidos. Una mujer embarazada debe beber más agua de la recomendada para una persona normal, generalmente bebiendo entre tres litros y 1 galón de agua al día.
Cuando llamar al doctor
Si la afección no se puede controlar, debe buscar ayuda médica de inmediato en el hospital más cercano. Se recomienda que toda mujer embarazada sea trasladada de inmediato al hospital si se desmaya o comienza a experimentar síntomas más graves de dolor de cabeza intenso, borrosidad, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo y dificultad para respirar.
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