Tabla de contenido:
- Causas de la descendencia (prolapso uterino)
- Gravedad sintomática del prolapso uterino
- Signos o síntomas de descenso (prolapso uterino)
- ¿Cómo tratar el descenso (prolapso uterino)?
Normalmente, el útero debe colocarse justo encima de la vagina, colgando dentro de la cavidad pélvica. Cuando el útero cae caído en la vagina, esta condición se conoce como prolapso uterino descendente peranakan alias. ¿Qué causó que esto sucediera?
Causas de la descendencia (prolapso uterino)
La caída de la cruz es causada por el debilitamiento de los músculos pélvicos para mantener el útero en posición. Esta debilidad muscular generalmente está influenciada por la edad. A medida que envejece, aumenta el riesgo de que una mujer desarrolle prolapso uterino, especialmente durante la menopausia. El proceso de envejecimiento natural también hace que disminuya la producción de la hormona estrógeno. Esta hormona estrógeno ayuda a mantener fuertes los músculos pélvicos.
Aparte del factor "U", el embarazo y el parto también pueden ser factores de riesgo de prolapso uterino. Cuanto más a menudo quede embarazada, más propensa será a cruzarse debido al daño muscular y del tejido pélvico causado por el embarazo y el parto. Dar a luz bebés grandes, trabajo de parto prolongado y esfuerzo (frio) el exceso durante el parto también puede aumentar su riesgo de padecer esta afección.
Otros factores que pueden aumentar su riesgo de tener esta afección incluyen:
- Tener sobrepeso u obesidad.
- Tos crónica
- Constipación crónica
- La presencia de un tumor en el estómago que luego presiona el útero hacia abajo.
- Condiciones que provocan un aumento de la presión en el abdomen, como tumores en la pelvis (poco frecuentes) o acumulación de líquido en el abdomen
- Historia previa de cirugía pélvica
- Cualquier actividad física que ejerza presión sobre los músculos pélvicos puede aumentar el riesgo de desarrollar un descenso.
Algunas afecciones que pueden debilitar los músculos pélvicos incluyen:
- Cistocele es el descenso de la vejiga hacia la vagina, lo que hace que la abertura vaginal parezca abultada. Esta afección puede dificultar que una mujer retenga la micción, la micción frecuente o la retención de orina en la vejiga.
- Enterocele es Disminuye en parte del área del intestino delgado de modo que presiona la vagina y forma un bulto que conduce al exterior de la vagina. Puede experimentar dolor de espalda cuando se pone de pie si tiene enteroceles. Sin embargo, el dolor desaparece cuando se acuesta.
- Rectocele es protrusión en la abertura vaginal posterior inferior debido a una hernia de recto. Esto puede causar dificultad para defecar.
Gravedad sintomática del prolapso uterino
Hay varios grados de gravedad de descenso. La primera etapa comienza con el cuello uterino, que desciende a la vagina. El segundo nivel, el cuello uterino desciende hasta el límite de la abertura vaginal. El tercer nivel, el cuello uterino sale de la vagina. En el nivel más pesado, todo el útero sale por la abertura vaginal. Esta condición también se llama procidentia .
Signos o síntomas de descenso (prolapso uterino)
Las condiciones leves de descenso generalmente no causan síntomas ni quejas. Sin embargo, en condiciones graves, algunos de los síntomas que pueden surgir incluyen:
- Siento como si estuvieras sentado en una pelota
- Sangrado vaginal
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Dolor pélvico
- Dificultad para orinar
- Dificultad para mover el estómago
- Sentirse incómodo al caminar.
- Siente como si algo estuviera saliendo de la vagina.
Si experimenta estos síntomas, es importante que consulte a su médico y reciba tratamiento de inmediato. Sin la atención adecuada, esta afección puede interferir con la función intestinal, vesical y sexual.
¿Cómo tratar el descenso (prolapso uterino)?
El tratamiento administrado depende de la gravedad de su útero. Si la afección es leve, es posible que no necesite tratamiento. Sin embargo, si la afección lo hace sentir incómodo o incluso grave, existen varios procedimientos de tratamiento entre los que puede elegir. Los procedimientos de tratamiento se pueden extirpar quirúrgicamente y sin cirugía.
Los procedimientos de tratamiento médico o no quirúrgico se pueden realizar de las siguientes maneras.
- Pérdida de peso
- Hacer ejercicios de Kegel, que son ejercicios del suelo pélvico para fortalecer los músculos vaginales.
- Terapia de reemplazo de esterógenos
- El uso de un pesario, que es un dispositivo que ayuda a empujar el útero y mantenerlo más estable.
Los procedimientos de tratamiento quirúrgico incluyen:
- Suspensión uterina, es decir, volver a colocar el útero en su posición volviendo a conectar los ligamentos pélvicos o utilizando otros materiales.
- Histerectomía, que es la extracción del útero del cuerpo. Esta acción se puede realizar a través de la vagina o el estómago.
Aunque esta cirugía suele ser eficaz en el tratamiento de cruces descendentes, es aconsejable no someterse al procedimiento quirúrgicamente si planea tener más hijos. El embarazo y el parto pueden causar una tremenda tensión en los músculos pélvicos, lo que puede interferir con la reparación uterina.
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