Tabla de contenido:
- 1. Reducir el consumo de azúcar y alimentos procesados.
- 2. Coma más verduras, frutas y fibra
- 3. Limitación de antibióticos
- 4. Consume probióticos
- 5. Sin estrés
- 6. Duerma lo suficiente
- 7. Ejercicio
- 8. Limitar el consumo de carnes rojas y diversos productos animales.
¿Sabías que hay al menos 100 billones de bacterias en tu cuerpo? Estas bacterias se propagan y se encuentran en la superficie de la piel, en la boca y la nariz. Sin embargo, la mayoría de las bacterias viven en el sistema digestivo. Estas bacterias están presentes en el intestino humano y funcionan para ayudar a la digestión y al metabolismo.
Resulta que no solo son buenas para la salud del sistema digestivo, las bacterias buenas también pueden prevenir enfermedades cardíacas, estimular el sistema inmunológico, ayudar a desarrollar la salud mental y cognitiva en los niños y pueden ayudarlo a perder peso. Incluso los expertos llaman al estómago el segundo cerebro de los humanos porque contiene bacterias. Estas bacterias tienen una conexión directa con el cerebro y pueden regular su estado de ánimo y sus acciones de la misma manera que el cerebro.
Los expertos afirman que las bacterias buenas se forman en la infancia poco después del nacimiento. Un nacimiento normal puede hacer que un niño tenga cada vez más variedad de bacterias buenas, y esto puede ayudar a su desarrollo y crecimiento. En el cuerpo, las bacterias buenas crecen en un rango de pH de 6,7 a 6,9. Pero no todas las bacterias del intestino humano son buenas, existen varios tipos de bacterias que pueden dañar la salud. La cantidad de bacterias buenas o malas está determinada por varios factores, especialmente el estilo de vida. Entonces, ¿cómo aumentar la cantidad de bacterias buenas y disminuir la cantidad de bacterias malas?
1. Reducir el consumo de azúcar y alimentos procesados.
El azúcar es un tipo de carbohidrato simple (monosacárido) que el cuerpo digiere fácilmente y está compuesto por glucosa y fructosa. Cuando entra demasiada azúcar al cuerpo, el azúcar se absorbe inmediatamente y no requiere la ayuda de bacterias buenas para digerirla, de modo que las bacterias buenas no se "alimentan" y luego mueren de hambre. Entonces, las bacterias hambrientas devorarán el revestimiento mucoso de las paredes intestinales. De hecho, la capa de moco en el intestino actúa como un protector del intestino y si se daña habrá inflamación del intestino. Además, el azúcar es la principal fuente de alimento de las bacterias malas del cuerpo, a saber, Candida Albican, una bacteria que ataca y daña la pared intestinal.
2. Coma más verduras, frutas y fibra
Comer verduras y frutas puede multiplicar los tipos de bacterias buenas en los intestinos. A diferencia del azúcar, la fibra realmente necesita buenas bacterias para digerirla y para que pueda ser absorbida por el cuerpo. La fibra puede considerarse una fuente de alimento necesaria para las bacterias buenas porque el proceso de digestión no es fácil. El consumo de fibra recomendado para comer en un día es de 33 a 39 gramos de fibra por día. Además, la fibra también puede mantener la capa de moco en los intestinos.
3. Limitación de antibióticos
Los antibióticos son enemigos de las bacterias en el cuerpo. Los antibióticos no solo combaten las bacterias malas, sino que también las bacterias buenas se ven afectadas. En un estudio se afirmó que las personas que toman antibióticos durante mucho tiempo y en grandes dosis reducirán la cantidad y los tipos de bacterias buenas en los intestinos.
4. Consume probióticos
Los probióticos son microorganismos que pueden ayudar a mantener la cantidad de bacterias buenas y equilibrar la cantidad de bacterias malas en el cuerpo. Los probióticos son de dos tipos, a saber, lactobacillus y bifidobacterium y hay varios alimentos y bebidas como yogur, tempeh, kimchi, chocolate negro, o alimentos fermentados.
5. Sin estrés
Cuando estás estresado, el cuerpo liberará varios tipos de hormonas en respuesta al estrés que se produce, como el aumento de la adrenalina y el sistema inmunológico liberando citocinas, sustancias para tratar la inflamación. Si el estrés continúa, el sistema inmunológico seguirá enviando señales inflamatorias a todas las partes del cuerpo, incluidas las bacterias buenas. En circunstancias normales, las bacterias buenas junto con el sistema inmunológico protegerán y lucharán contra todos los objetos extraños que ingresen al cuerpo. Sin embargo, cuando la señal inflamatoria continúa siendo recibida por las bacterias buenas, puede alterar la función e incluso los números en el intestino.
6. Duerma lo suficiente
La cantidad de bacterias en el cuerpo es muy fácil de cambiar y una de ellas es causada por la falta de sueño. Al dormir, las bacterias que existen de forma natural se reproducirán o producirán por sí mismas. Sin embargo, la relación entre los dos no está clara. Los expertos tienen la hipótesis de que las bacterias están asociadas con la circulación sanguínea, regulan el corazón, regulan el ciclo del sueño y afectan las hormonas que controlan el tiempo de sueño. Cuando el cuerpo no duerme lo suficiente, las hormonas se interrumpen y los ritmos circulatorios no son normales. Esto es lo que afecta a las bacterias buenas del cuerpo.
7. Ejercicio
De hecho, las bacterias buenas que se encuentran en su cuerpo necesitan realizar actividad física y moverse con regularidad. Un estudio realizado en Irlanda involucró hasta 40 jugadores rugby y los resultados de su investigación indicaron que hay más bacterias buenas en los deportistas que bacterias buenas en las personas que no hacen ejercicio con regularidad. No solo eso, también se sabe que hay un aumento en la cantidad de Lactobacillus, Bifidobacterium y B.coccoides-E en personas que a menudo hacen ejercicio de rutina.
8. Limitar el consumo de carnes rojas y diversos productos animales.
Un estudio realizado por investigadores de Harvard llevó a cabo un experimento en el que a los encuestados se les dio una variedad de alimentos de proteína animal durante algunas semanas. Los resultados mostraron que la cantidad de bacterias buenas presentes en estos encuestados disminuyó. Otro experimento se llevó a cabo en ratones que recibieron alimentos de origen animal y se encontró que en los intestinos de los ratones aumentaba el número de bacterias Bilophila. Estas bacterias son bacterias malas que causan inflamación del sistema digestivo.